Hace tiempo que estamos familiarizados con las infografías. Aunque con Internet éstas han experimentado un auge notable, la mayoría de medios de comunicación tradicionales las han venido utilizando desde hace años para lograr explicar informaciones complejas de forma intuitiva y sencilla.
Sin embargo, ha sido con la extensión de Internet cuando su eficacia ha quedado probada como vehículo de información, ya que su lectura es rápida y pueden llegar a sintetizar gran cantidad de contenido. NeoMam estudios resume, cómo no, en una infografía (en inglés), cuáles son las razones que hacen que las infografías sean tan populares entre los internautas. Éstas son cinco de ellas:
1. Las infografías nos ayudan a comprender contenidos en una época de sobreinformación.
La sencillez de este tipo de contenidos hace que procesemos la información de forma rápida y despreocupada. Esto resulta especialmente útil si tenemos en cuenta que recibimos cinco veces más información que en 1986. Consumimos más de cien mil palabras al día, algo que puede resultar agotador. Además, son muy útiles para los creadores de contenido, ya que la mayoría de los visitantes de un blog sólo leen el 28% de las palabras.
2. Una infografía resulta más atractiva.
Un buen diseño gráfico aumenta el deseo de lectura en un 80%, un hecho que puede marcar la diferencia en un momento en el que la información abunda y necesitamos promocionar nuestro contenido.
3. Una infografía es más persuasiva.
Una buena presentación verbal convence aproximadamente al 50% de la audiencia. Acompañada de una presentación, su capacidad de persuasión se eleva hasta el 67%. Apoyar las palabras en imágenes puede mejorar su comprensión, hacer el mensaje más memorable y diferenciarlo de otros similares.
4. Las imágenes son más fácilmente recordadas.
Recordamos únicamente el 10% de lo que oímos, el 20% de lo que leemos y el 80% de lo que vemos o hacemos. Por lo tanto, si nos interesa que los visitantes de nuestro sitio web interioricen el mensaje que intentamos transmitirles, esta tarea nos será mucho más sencilla si nos apoyamos en imágenes que sinteticen o apoyen los contenidos.
5. Una imagen vale más que mil palabras.
Los refranes suelen estar llenos de razón. Nuestro cerebro procesa mucho más rápido los iconos e imágenes, mientras que las palabras requieren algo más de tiempo.
En resumen, todos estos argumentos deberían ser suficiente para que optásemos más a menudo por simplificar los contenidos que compartimos, dando la importancia que requieren los estímulos visuales a la hora de procesar mensajes. Además, haciendo uso de este tipo de contenidos, lograremos captar la atención de más lectores y que el mensaje que queremos transmitir sea mucho más efectivo.