Un día, mientras estás llegando a tu oficina, preparado para afrontar un nuevo día, con tus cientos de ideas, con tu motivación diaria, te llega un email, cuyo contenido no es de tu agrado. Tu página web, ha dejado de funcionar. ¿Por qué? Repasas mentalmente cuál puede ser el motivo para que tu página web haya caído hoy, un día importante para ti, para tu empresa, porque ibais a lanzar un nuevo producto, o porque tienes una campaña de publicidad en marcha.
Esta situación, puede ser la situación de cualquiera que tenga una tienda online, una página corporativa o bien un pequeño blog, con el que consigue conectar con gente a diario compartiendo sus conocimientos.
Aquí se encuentra el motivo de escribir este artículo. ¿Es importante tener un buen hosting para nuestra página web? La respuesta inmediata es depende. ¿Consideras que es una catástrofe que tu página web deje de funcionar durante unas horas? ¿Qué pérdidas puede suponer para tu negocio que esto ocurra? Respondiendo estas preguntas conocerás la importancia de tener un buen hosting para tu web.
El hosting web, es la base para el correcto funcionamiento de tu página web. Existen muchas opciones en el mercado, ofreciendo diferentes precios, diferentes tipos de hosting con muchas opciones diferentes que la mayoría de gente ni siquiera entiende.
Lo primero de todo es saber exactamente qué es lo que necesito y a qué prefiero dar prioridad en nuestro proyecto.
Características de un buen Hosting:
Tabla de contenidos
Toggle- Velocidad de respuesta: que tarda el servidor en dar la primera respuesta tras ser solicitada por un usuario o por un navegador.
Hay multitud de sitios donde se indica, y estudios que lo alaban, que un usuario, cuando está navegando por internet y un sitio web tarda más de 2 segundos en cargar, un alto porcentaje de la gente, cancela la visita, vuelve atrás y busca otro enlace. Por tanto, aparte de tener una página web optimizada (imágenes, archivos…), es importante, que el servidor de respuesta lo antes posible a las peticiones de tu dispositivo. Cuanto antes llegue el contenido, menos gente abandonará el sitio antes de verlo.
Este tiempo de respuesta, debe ser inferior a 0.2 segundos. Por tanto, si tu hosting no lo cumple, debes plantearte mejorar tu contrato o buscarte otro proveedor que sí garantice estos tiempos en tu página web.
- Gestión de copias de seguridad: diarias, semanales…
Las copias de seguridad, son muy importantes. El motivo es que en cualquier momento puede producirse un error y que las página web quede inservible.
Teniendo una buena gestión de copias de seguridad, es importante poder recuperar diferentes versiones de la web a lo largo de sus historia. Por ejemplo, copias del día anterior, de la semana anterior o de algún mes anterior. Es un salvavidas, que puede ser de vital importancia ante cualquier incidencia que pueda ocurrir.
- Certificados de seguridad: gratuitos, de pago…
Hoy en día, que las conexiones entre tu página web y el usuario final, esté cifrada es un must, que los buscadores tienen en cuenta y requieren para mejorar en sus resultados de búsqueda. Pero esa no es la razón de mayor importancia. Es la seguridad que se da a los usuarios, la confianza que se transmite hacía a ellos, lo que se transforma en tranquilidad, sobre todo en a la hora de realizar compras.
- Panel de control: propio, cpanel, plesk
Controlar todo lo relativo a tu proyecto es muy importante. Tener acceso a la creación de cuenta de FTP, o a la gestión de las bases de datos, o gestión de dominios, y/o cualquier otro servicio relacionado. Tener acceso a todo esto, te da la libertad de realizar acciones necesarias, cómo realizar una copia de seguridad manual.
- Almacenamiento: 10Gb, 30Gb, ilimitado…
Es importante tener suficiente espacio para poder guardar todo lo necesario para que tu web tenga todo el contenido necesario. Por ejemplo, si hablamos de una tienda online, cada uno de tus productos, debe tener como mínimo una imágen. Todas las imágenes juntas ocupan espacio de almacenamiento. Por tanto hay que asegurarse que se dispone de suficiente espacio para poder crear todos los productos necesarios.
- Ancho de banda: 100Gb, 500Gb, ilimitado…
En algunos proveedores, este concepto quiere decir, que en caso de tener mucho éxito y consumir todo el tráfico disponible, pueden bloquear la web por exceso de “uso”. Es decir, si hay 10 Gb de ancho de banda y tuviesemos 1000 visitas diarias, puede que al final de mes se hay consumido todo el ancho, y la web dejase de funcionar por este límite. Es importante, encontrar un hosting que no tenga estos límites.
- Dominio incluido: 1 dominio por hosting…
Sino tienes aún el dominio de tu proyecto contratado, no es mala idea, aprovechar la oferta de muchos hostings, donde incluyen el dominio en el mismo precio que el hosting.
- Uptime, 99.99%, 100%…Este es el tiempo donde la web ha estado operativa. Normalmente se ofrece en porcentaje, donde por ejemplo si es un 100%, es que nunca ha habido ninguna incidencia relacionada con el hosting y por tanto, la web siempre ha estado accesible.
Visto un pequeño resumen de las características que hemos de valorar a la hora de contratar un hosting, a continuación vamos a ver que tipos de hostings existen, para definitivamente tomar la decisión correcta.
Tipos de hosting
- Hosting compartido: imaginemos que alquilamos una casa, donde a nosotros sólo nos corresponde una habitación. En este caso, compartimos los recursos con otras personas. Por ejemplo si queremos hacer uso de la cocina y esta está ocupada, debemos esperar a que finalicen para poder acceder. En hosting, seria algo parecido. Un sólo servidor, con memoria, procesador y almacenaje, compartido por otras webs, donde si tu web quiere hacer uso del procesador, hay que esperar turno para ello.
- VPS (Servidor Privado Virtual): en este caso, es el edificio el que se comparte. Cada uno tiene su propia casa, con todos sus recursos asignados y tan sólo algunos comunes. Esto se consigue, haciendo uso de los sistemas virtuales, que dividen un servidor en múltiples máquinas virtuales, a las cuales se les asigna unos recursos fijos y siempre se les mantiene la posibilidad de acceder a esos recursos.
- Servidor dedicado: ahora, el edificio entero es tuyo, y tu lo organizas como quieres. En el caso de hosting, tienes acceso al servidor de forma completa, a todos sus recursos exclusivamente.
- Cloud Hosting: por último, vamos a hablar del Cloud. Para ello, debemos pensar que en lugar de tener una casa, disponemos de habitaciones en diferentes pisos o viviendas, de forma, que siempre podríamos hacer uso de la que más nos convenga. Es decir, los recursos necesarios para mostrar tu web, no tienen porque estar sólo en un sólo servidor, sino en varios. Todo de manera transparente para los usuarios. Esto permite siempre ajustar los recursos al uso que se realiza de ellos sin desperdiciar nada y además con la posibilidad de escalar de manera casi instantánea.
Así, tras llegar hasta aquí, debes tener claro, que para la selección de un buen hosting, primero debemos saber que tipo de web queremos tener, cómo lo queremos tener, y que necesidades vamos a requerir en un futuro. Con todo ello, seleccionar las características necesarias y el tipo de hosting que queremos. Y por último, comparar precios entre la gran cantidad de oferta que hay en el mercado.