Estas navidades hemos hecho más compras online que nunca y su crecimiento parece imparable. Los usuarios cada vez son más exigentes, así que es necesario que los comercios estén atentos a las necesidades de sus clientes y se adapten a ellas, con el fin de que sus compras sean satisfactorias.
Por ello, hemos recopilado cinco aspectos que las tiendas virtuales deberán tener en cuenta este año para seguir captando y fidelizando a sus compradores, las tendencias de e-commerce para 2015.
1. El consumidor global.
Las tiendas locales compiten con otros comercios cercanos; las virtuales compiten a nivel global. Esta competencia funciona en un doble sentido, del mismo modo que los clientes pueden encontrar los productos que buscan en todo el mundo – cada vez somos más confiados a la hora de realizar compras en tiendas de otros países –, los comercios pueden encontrar a sus clientes en cualquier lugar. Este año se presenta lleno de retos para los comercios locales, que deberán superar sus limitaciones y aprovechar las oportunidades que el mercado les ofrece.
2. Omnicanal.
El consumidor ya no adquiere sus productos a través de un único canal, sino que en muchas ocasiones opta por varios de ellos. Por ejemplo, puede realizar una compra en un comercio electrónico a través de su móvil y después recoger el producto en una tienda física. Las tiendas físicas y las virtuales no se deben concebir como rivales, sino como complementarias dentro de una estrategia de venta de 360º.
3. Compras desde el móvil.
España es uno de los países europeos en los que los smartphones y tablets han penetrado con más fuerza, convirtiéndose en imprescindibles para el día a día. Además, estas navidades el 60% de los pedidos a Amazon se hicieron a través de dispositivos móviles. Las compras se pueden hacer en cualquier momento y desde cualquier lugar, ya que siempre estamos conectados, por lo que los comercios electrónicos deben facilitar las compras móviles.
4. Contenido personalizado.
La información de la que disponen los comercios sobre sus clientes permite que la presentación y la oferta de una tienda se pueda ajustar a las preferencias individuales de cada usuario, de modo que, a la vez que se maximizan las ventas, la experiencia sea más satisfactoria. Los comercios electrónicos este año se enfrentan al reto de sacar el máximo partido al conocimiento de las pautas de comportamiento y los gustos de sus clientes.
5. Mejoras en la experiencia de compra.
Un cliente satisfecho es un cliente que repite. Por tanto, en un ámbito con tanta competencia como el comercio electrónico a escala global, la experiencia del usuario puede marcar la diferencia.